Teatro: Muerte de un viajante

¿Cómo ver Muerte de un viajante ahora? ¿Se entiende ahora un obra de 1949 que en su momento fue un bofetón en la cara de la opulenta y autocomplaciente sociedad de EEUU?
Se entiende todo.

Miller hace una autopsia del sueño americano cogiendo como lugar de operación la idealizada familia americana y al trabajador abnegado y patriota. Y muestra la mentira de una sociedad entregada a una ilusión en la cual el capitalismo es un gran exprimidor de vidas sacrificadas en busca de la quimera del Paraiso consumista inacabable.
Eso era hace 60 años. Hoy el sueño americano, y capitalista en general, sigue devorando personas encantadas de la ilusión de que el Dios del éxito se les aparecera un día. Y mientras no aparece se acumulan contradicciones, mentiras y rencores.

La obra es un tragedia, pero no una de esas épicas con reyes, príncipes y dioses con grandes destinos, sino la tragedia humana de la gente corriente que trabaja todos los dias.
Una obra dura y con total vigencia ahora con la crisis, pero igual de oportuna antes con los pelotazos, los España va bien o la gran fiesta loca del ladrillo. Y es que en el supuesto final de las ideologias, lo que ha vencido es la idelogía más dura, violenta y menos explícita pero hipnotizante del capitalismo.

Como dice el director de la obra, Mario Gas:

"Cualquier persona que vive una vida de ficción totalmente alienada, a favor de un sistema que cuando ya no le sirve le arroja a la cuneta y encima no sabe qué lugar ocupa, ni sabe reaccionar y tener un compromiso consigo mismo, es hoy un Loman. Los encontramos por todas partes, no sólo a una edad en la que ya no se sirve para el engranaje, sino también en edades intermedias se dan estas deserciones"

Por cierto, impresionante el actor, Jordi Boixaderas que hace el papel principal de Willy Loman. Impresionante.